miércoles, 15 de julio de 2015

Ivette

Cuando conocí a Ivette estaba en sus últimos años de universidad ansiosa por conocer el mundo laboral, yo dirigía el departamento creativo de Vanguard y me pidió entrar como pasante sin paga y prometió darlo todo para aprender... yo un poco escéptico le dije que con no estorbar era suficiente (fui muy pesado pero había tenido días antes pésimas experiencias con pasantes). Duró muy poco mi escepticismo, ella era un huracán: gestionaba, animaba, diseñaba, creaba, aprendía... si algo no sabía era quedarse quieta. Ella me enseñó a enviar mi primer mensaje de texto (sirva para graficar la época), Convivir todos los días con la gente de la oficina es una aventura, ella en esta aventura lo daba todo con intensidad: nos reímos, lloramos, nos gritamos, jugamos, peleamos, nos amigamos en una agencia con un equipo creativo muy cercano en el que todos sabíamos los problemas y alegrías de todos. Una época muy linda que ella hizo más especial. Imposible olvidar cuando nos invitaba a comer a su casa donde su mamá (otra hermosa) nos recibía comida ES-PEC-TA-CU-LAR y con increíbles consejos y una alegría que recuerdo con mucha ternura.

En la agencia entró como practicante y pocos años después salió como directora creativa. Cada uno tomó rumbos diferentes pero siempre fuimos cercanos así no nos viéramos, no lo necesitábamos porque teníamos una amistad que aunque pase el tiempo yo sentía que la había visto ayer. Ella siguió creciendo, siguió soñando, emprendiendo, experimentando. Recuerdo que nos reunimos hace 3 años cuando yo recién empezaba Cafeína, mientras me comentaba unos proyectos que tenía me dijo, como si nada, que le diagnosticaron cáncer y el camino que iba a tomar para enfrentarlo, la vi más valiente que nunca y con la mejor actitud; Lejos de enojarse o resignarse prefirió luchar por la vida, lo que me llenó de orgullo por su determinación. Y sí que le dio guerra al "F*cking Cancer" como ella decía en una camiseta que me pidió hacer. Su determinación sí que nos dejó lecciones de vida y nos llenó de inspiración.

Si bien una partida es dolorosa en este caso me deja mucha paz y muchos sentimientos positivos, sin querer ser esotérico siento que gente como ella tiene misiones especiales no aptas para terrícolas comunes. Ella ahora está brillando más que nunca en un cielo que seguro también se va a querer comer. Te vamos a extrañar, gracias por haber hecho del mundo un mejor lugar y demostrarnos como se debe vivir la vida: Con intensidad y alegría. Dale un abrazo a tu mami, nos veremos pronto mi querida ;)